19 jun 2008

A la caza del Emigante.

Na foto: Emigrante arxentino indo cara Europa. Perdón, Emigrante Galego indo cara Arxentina.

Esto pensan os nosos politicos:

La ley cosechó ayer en el Parlamento Europeo un apoyo mayor del que se esperaba: 369 votos a favor, 197 en contra y 106 abstenciones. Dijeron sí todos los eurodiputados españoles del PP, incluidos los gallegos Carmen Fraga, Francisco Millán Mon y Daniel Varela, y la práctica totalidad de los del PSOE, entre ellos los gallegos Rosa Miguélez y Antolín Sánchez Presedo. Solo se opusieron Willy Meyer (IU), David Hammerstein (Verdes) y los socialistas Josep Borrell y Raimon Obiols. Su compañero Martí Grau se abstuvo, al igual que Josu Ortuondo, del PNV, que se presentó en las listas de Galeuscat en coalición con el BNG. Su colega de candidatura, Ignasi Guardans, de CiU, votó a favor
Voz de Galicia 19/06/08


Esto pensa a CNT:

Se trata, en suma, de blindar Europa, de convertirla en una especie de fortaleza inexpugnable para los hambrientos del mundo, vigilada por satélites en el sur y en el este, con reforzamiento de la Agencia de Control de Fronteras (FRONTEX) y la creación de un cuerpo de guardias fronterizos de la UE.
La migración es algo tan antiguo que nace con el ser humano. Las hordas de cazadores y recolectores se movían siguiendo a las manadas de animales y teniendo en cuenta las épocas de maduración de los frutos. Un elemental instinto de conservación les guiaba en su vida nómada. CUando el hombre va haciendose sedentario, las luchas o por las conquistas de territorios más fértiles, hace que unos pueblos desplacen a otros, con lo que los movimientos migratorios continúan. En el caso concreto de nuestro país muchos españoles emigraron a América, en el siglo XIX, llevando con ellos, en no pocos casos, las ideas emancipadoras del anarquismo. Por último, ya en el siglo XX, muchísimos más fueron a trabajar a otros países europeos o incluso a lugares tan lejanos como Canadá o Australia. No cabe duda, pues, que aquí tenemos una
larga tradición migratoria.

Pero, además, los que militamos en la CNT lo hacemos en una Organización que por el hecho de ser anarcosindicalista es, por definición, no ya internacionalista, sino anacionalista, pues nuestro interés está en el ser humano y en todo lo que pueda unirle a los demás, y no en la nación, concepto que generalmente va unido a una estructura estatal y a unas fronteras.

En los últimos años –y cada vez a un ritmo más rápido- millones de personas que sobrevivían en su país en condiciones espantosas han decidido trasladarse a zonas del mundo con un nivel de vida más alto, en busca de unas mejores condiciones para ellos y sus familias; muchos han encontrado trabajo y un lugar para vivir en Europa y, más o menos, han ido sobreviviendo en condiciones al menos no tan malas como las que sufrían en su lugar de origen. Sin embargo, la crisis económica –que algunos se empeñan en seguir llamando desaceleración- , que ha afectado ya, sobre todo, al sector de la construcción, ha provocado que en este país haya ya casi 2.500.000 desempleados, de los cuales unos 500.000 son inmigrantes. E, inmediatamente, y como demostración de que al trabajador se le considera un artículo de usar y tirar, los gobernantes han caído en la cuenta de que al sobrar mano de obra extranjera lo que hay que lograr es que vuelvan a su país. Y así hemos oído ya a Zapatero y al Ministro de Trabajo decir que se fomentará la repatriación de inmigrantes, abonándoles para ello, en un pago único la cantidad que pueda corresponderles en concepto de prestación por desempleo.

Pero peor es aún lo que está ocurriendo en Italia, donde una serie de ataques racistas (que tienen todo el aspecto de formar parte de una operación de manipulación de masas a través de agentes provocadores y mediante la propagación de bulos) han facilitado enormemente la adopción de acuerdos en Consejo de Ministros, gravemente lesivos para la libertad, la dignidad y los derechos más elementales de los extranjeros (incluidos, en algunos aspectos, los comunitarios).

La verdad es que a Berlusconi no hace falta que le animen mucho, pues ya es él bastante reaccionario; pero si, además, tiene como aliados a individuos como Umberto Bossi, de la Liga Norte, y como Gianfranco Fini, de Alianza Nacional, esa mezcolanza ha dado como resultado evidente el fascismo en el poder, aunque el gobierno italiano no se defina como tal, evidentemente. Pero no hay que olvidar que también Hitler llegó al poder democráticamente, ganando unas elecciones por mayoría absoluta, y ya en él comenzó a dictar leyes que liquidaron el propio sistema democrático e instauraron otro totalitario. Es temible que Berlusconi ganara las elecciones prometiendo lo que ahora está llevando a cabo, y que en estos momentos, según las encuestas un 70% de los italianos le respalden.

De todos modos, esto no es más que el principio, pues está en marcha un proyecto de Directiva Europea sobre inmigración –pendiente de votar por el Parlamento Europeo, aunque nadie duda de que será aprobada- , que endurece enormemente la legislación de extranjería. Y da la casualidad de que el actual ministro de Asuntos Exteriores de Italia, Franco Frattini, fue el autor –como Comisario de Interior de la Unión Europea que era- de ese proyecto de Directiva, que se pretende que esté en vigor en 2010, porque para los gobernantes europeos la construcción de una política migratoria común es una prioridad.

Se trata, en suma, de blindar Europa, de convertirla en una especie de fortaleza inexpugnable para los hambrientos del mundo, vigilada por satélites en el sur y en el este, con reforzamiento de la Agencia de Control de Fronteras (FRONTEX) y la creación de un cuerpo de guardias fronterizos de la UE. Pero si Europa pretende levantar muros, nuestra obligación de libertarios es el intentar derribarlos, el dejar paso libre a quien quiera traspasarlos. Pero no sólo en Europa cuecen habas, porque en Bolivia hemos visto escenas de racismo entre los cruceños blancos y los indígenas aymaras; y en Sudáfrica entre los zulúes y los fang (lo que indica que no es el color de la piel lo determinante, sino los condicionamientos socioeconómicos). Nuestros lemas han de ser:

Una sola raza: la humana
Una sola patria: el planeta tierra
Una sola clase: la de los trabajadores libres

Secretariado Permanente del Comité Nacional de CNT - AIT .



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